El 6 de junio de 1840, cuando los Hermanos cantaban la Salve como inicio de la jornada, fallecía Marcelino Champagnat. Y en abril de 1999, se canonizaba en la plaza del Vaticano, con la presencia de miles de personas de la Familia Marista.
Hoy, celebramos el día de San Marcelino, y por eso en el Champa, como en el resto de colegios Maristas, es un día especial.
Desde este espacio, recorremos su vida desde su nacimiento en Le Rosey hasta su muerte en el Hermitage.
Destacando la herencia que nos dejó en favor de la educación de los niños y jóvenes, hoy seguimos siendo testigos de que esta labor continúa viva en las obras educativas maristas del siglo XXI, en una educación comprometida, evangelizadora, solidaria, atenta a la diversidad cultural. Creando nuevos espacios revitalizadores de la misión y abriéndola a los nuevos desafíos que hacen posible que este sueño siga vivo en nuestro corazón.
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